Si estamos sin pareja y deseamos tenerla. Primera parte.

Para iniciar esta vital búsqueda es importante contestar interrogantes como ¿Cuáles son las creencias que tengo acerca de conseguir pareja? ¿Creo que es difícil? ¿Creo que no es posible conseguir buenas parejas? ¿Qué soy de malas para el amor? Para empezar, habría que decir que, si creemos que es complicado, el mundo se va a encargar que así lo sea. Por ello, te invitamos a revisar y limpiar esas creencias porque son limitantes y decirte cosas como que en 7.870 millones de personas que existen en nuestro planeta, habrá alguna con quien yo me sienta muy bien y podamos construir una relación de pareja armoniosa y enriquecedora. Para ayudarte a reflexionar sobre este tema te recomendamos el libro Las Siete Leyes del autor Alex Rovira quien hace un actual análisis sobre los sistemas de creencias que nos limitan al momento de buscar este tipo de compañía y ofrece alternativas realistas acerca de cómo se pueden modificar.
En segundo lugar, habría que preguntarse y contestarse de manera honesta: ¿Te crees merecedor (a) del amor? En caso de que creas que no mereces ser amado (a), es muy posible que este pensamiento motive el cierre a las opciones o alejando a las posibles personas que puedan estar interesadas en mí. Por lo anterior, es muy importante revisar este aspecto y trabajarlo tanto de forma individual como con redes de apoyo o con especialistas que ayuden a enfrentar y solucionar esta idea.
En un tercer momento es crucial recapacitar sobre la veracidad de algunos mitos en los que puede estar creyendo de manera acrítica. Miremos algunos de los más frecuentes:
Estoy buscando una media naranja. Esta cotidiana expresión nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Quiero una pareja para que me complete? Debemos decir que esta creencia es solo eso: un mito. Tú ya eres completo(a). No te hace falta nada. Puedes tener una pareja para hacer planes juntos, divertirse, crecer, aprender, decidir quién quiero ser en esa relación, siempre procurando el bienestar de las partes. El llegar ya completo(a) a una relación te permite no estar desde la carencia, sino desde el aporte. No necesitas nada, lo que decides es estar con la otra persona.
Las relaciones no sobreviven a la infidelidad. Si bien es un momento de crisis de la pareja que devela muchas realidades de esta, también es claro que, con decisión de ambas partes, trabajo consciente en reparación y la construcción de nuevos acuerdos, es posible resolver las dificultades y plantear una nueva versión de la relación.
Las personas que han sido no dejan de ser. Existen sistemas de creencias que generan en los seres humanos ciertos comportamientos que pueden repetirse a lo largo del tiempo, pero si una persona toma la decisión de ajustar algunas de sus conductas por su propio bienestar, así como motivado por el deseo de cuidar al otro(a), es posible suscitar el cambio.
Las mujeres son las románticas. Si bien a las mujeres se les permite con mayor facilidad expresar sus sentimientos y se acostumbra en los diferentes entornos que sea posible ser afectuosa, decir lo que siente, expresar las emociones, no es exclusividad de ellas. Si se ingresa a una relación de pareja con el argumento de no expresar lo que siento o no seré romántico porque eso “es de mujeres”, se puede perder una alta gama de posibilidades de crecimiento con la pareja.
El matrimonio debería ser una sociedad 50/50. No siempre se puede compartir todo por la mitad. Seguramente se tendrán capacidades, y opciones diferentes, por ejemplo, si uno de los miembros de la pareja gana más, es posible que le queden más opciones de aportar más dinero al hogar; si alguno de los dos tiene más tiempo, quizás pueda contribuir más con algunos quehaceres del hogar. En estos casos ¿qué es lo fundamental? Llegar a acuerdos y negociar hasta encontrar puntos de equilibrio y satisfacción de las partes.

También es pertinente que te preguntes sobre ¿qué otros mitos o creencias puedes llegar a tener sobre las relaciones de pareja que no te están ayudando a conseguirla?

Autora:  Érika Marcela Rojas

CEO Ebullición 

Psicóloga y Coach internacional